Hecho Clave:
La igualdad jurídica garantiza derechos universales, fomenta justicia social y refuerza la democracia. Su respeto protege a grupos vulnerables, asegura el equilibrio ante la ley, y previene desigualdades que limitan el desarrollo socioeconómico y la estabilidad en los estados democráticos.
El Sistema Jurídico salvadoreño se basa en principios y valores universalmente reconocidos en forma paralela con otras naciones del mundo, lo que implica para nuestro Estado una serie de obligaciones que a nivel interno e internacional debe cumplir. Partiendo de la Constitución nacional existe para los que habitamos esta nación un aliciente de justicia por lo contenido en el artículo 3 y en el plano internacional destacan el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y artículo 24 del Pacto de San José.
El significado y contenido esencial de igualdad jurídica es que el Estado debe brindar el disfrute de los derechos para todos, por tanto nacionales y extranjeros, hombres y mujeres, ancianos y niños, víctimas y delincuentes tienen los mismos derechos, y que cuando en una sociedad se reconocen los derechos de Igualdad y Libertad de las personas se construye con estos los componentes esenciales de la justicia, desarrollando así una especie de justicia más integradora como lo es la Justicia Social, por eso en toda sociedad democrática debe existir la imperiosa necesidad de profundizar y ampliar siempre estos derechos que deben ser fomentados y protegidos por la entidad estatal.
En nuestro país a inicios del año 1998, comienza a operativizar una reforma en el sistema penal para uniformar la legislación con los preceptos de la actual constitución de 1983 y sobre todo para la protección y defensa de los derechos humanos de los procesados por la comisión de delitos como también los derechos de las víctimas dentro del proceso penal y posterior a este, al resultar una sentencia de condena. Que esta transformación legal logra superar sin lugar a dudas el debate de quien debe tener mayores o mejores derechos o a quien exclusivamente deben ser adjudicados.
Se tiene la existencia de diversos grupos vulnerables que se les debe dar un trato igualitario y resulta que en muchos casos las leyes suelen asumir la desigualdad moral en las personas, es así como por medio del Derecho Internacional de los Derechos Humanos se logra cambiar esa postura para diferentes grupos entre los que se pueden mencionar: la niñez en general, los migrantes, personas de la tercera edad, privados de libertad, etc. Y a la cita de estos últimos el Estado y la sociedad no deben discriminar, más por el contrario como se dice todos necesitamos una segunda oportunidad y se debe brindar para estos una reinserción a la sociedad tal como nuestra constitución lo indica en el inciso tercero de su artículo veintisiete.
La cuestión es que exista el reconocimiento de estos grupos, como sujetos de derecho, pero también sujetos de deberes por medio de la ley, ya que esta es la garantía de igualdad de los más débiles; por tanto, sino respetamos la igualdad de las personas ante la ley se impone la ley del más fuerte. Por otra parte, el exceso de desigualdad en los Estados limita el crecimiento económico, situación que reconoce explícitamente Olivier Blanchard, Consejero Económico del FMI, en la Introducción al Informe Oficial del año 2014: “Por último, a medida que los efectos de la crisis financiera se disipan lentamente, el panorama puede pasar a estar dominado por otra tendencia: el aumento de la desigualdad de ingresos. Aunque siempre se ha visto a la desigualdad como un problema central, hasta hace poco no se creía que tuviera fuertes repercusiones en los resultados macroeconómicos. Esta creencia está cada vez más en tela de juicio. Analizar de qué forma la desigualdad afecta tanto a la macroeconomía como al diseño de la política macroeconómica probablemente sea un tema cada vez más relevante en nuestra agenda de trabajo” (1)
Si anhelamos un país seguro, la seguridad implica algo más; porque no hay seguridad sino no hay igualdad y libertad y sin garantías constitucionales. Tampoco existirá seguridad sin democracia.
Referencias
- FMI. Perspectivas de la economía mundial, abril 2014: Introducción. Página XIII. Fondo Monetario Internacional, 2014.