Por lo general, se da por sentado que la gobernanza democrática sostenible depende de cuatro principios estrechamente vinculados: rendición de cuentas, transparencia, participación e inclusión. En este paradigma, una institución responsable tiene una variedad de características distintivas, que incluyen la toma de decisiones legales, el trabajo activo para lograr objetivos y metas explícitos y, en situaciones de incumplimiento, el cumplimiento de las sanciones impuestas.
Se entiende entonces que la transparencia se genera por el acceso a la información pública, el cual es esencial para generar y asegurar la rendición de cuentas de las instituciones públicas.
Por medio del acceso a la información, los ciudadanos deberían poder equiparse con el conocimiento necesario para participar de manera significativa con el gobierno, por ejemplo, monitoreando la actividad del gobierno o buscando algún recurso al cual apelar cuando los funcionarios o los programas se hayan desviado de sus objetivos.