Hecho clave:
“Al no implementarse políticas públicas orientadas a contrarrestar las condiciones estructurales que son las causales de que muchos de los salvadores no salgan de la pobreza, se crea una alta incidencia de la migración irregular”.
Desde hace algunas décadas, la migración irregular ha emergido en El Salvador por las condiciones estructurales políticas, económicas, sociales y ambientales; así como las particularidades sociodemográficas que han incidido, de manera directa o indirecta a que muchas familias salvadoreñas vean la migración irregular como una alternativa para mejorar sus condiciones de vida y salir de la pobreza.
La Región Oriental de El Salvador que, abarca cuatro de los catorce departamentos: San Miguel, Usulután, La Unión y Morazán, su principal actividad económica sigue siendo el comercio, turismo (hoteles y restaurantes); en segundo lugar, la agricultura, ganadería, caza y la silvicultura (Banco Central de Reserva de El Salvador, 2022) rubros que han permitido generar fuentes de empleo y desarrollo a los municipios y sus distritos; sin embargo, este esfuerzo por contribuir al crecimiento económico y generar fuentes de empleo, no logra absorber a la mayor parte de la Población Económicamente Activa (PEA), que en esencia le corresponde al Estado trabajar para promover, incentivar y garantizar la estabilidad jurídica orientada a la inversión y para la generación de empleos dignos a fin de mejorar las condiciones de vida se su población, en especial las más pobres que, en su mayoría, residen en el área rural y comunidades marginales de la región.
De acuerdo con la EHPM-2022, el 35.8% de la población total de la Región Oriental obtuvo ingresos mensuales por debajo de los 365 dólares – familias que solo pudieron suplir las necesidades básicas alimentarias más sentidas. Y a eso, hay que sumarle también la inflación como un fenómeno económico que se percibe en el aumento de los precios de consumo diario y duradero, bienes y servicios (productos de la canasta básica, gasolina, productos agrícolas, alquiler de vivienda, transporte privado, vestuario, utensilios del hogar, herramientas, educación, entre otros.) así como la distancia que tiene la región con la capital que incrementa, aún más, los costos de los productos reduciendo el poder adquisitivo de las familias haciéndolas más pobres; situación que se sigue manteniendo en la actualidad.
Al no implementarse políticas públicas orientadas a contrarrestar las condiciones estructurales que son las causales de que muchos de los salvadores no salgan de la pobreza, se crea una alta incidencia de la migración irregular, principalmente hacia los Estados Unidos y a otros países del mundo. Este movimiento poblacional, caracterizado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas y condiciones de vida, está profundamente influenciado por factores económicos, sociales y políticos que condicionan las decisiones migratorias de la población.
Como se ha mencionado en informes del Centro de Investigación para la Democracia (CIDEMO), la Región Oriental es la que más salvadoreños expulsa hacia Estados Unidos y en menor proporción a otros países del mundo de manera irregular (CIDEMO, 2024) principalmente por falta de oportunidades, pobreza, reunificación familiar, cambio climático, pandemia a pesar del impacto que significa la separación familiar y los riesgos que enfrentan en la ruta hacia el país de destino.
En ese contexto, los gobiernos de turno deben priorizar en sus agendas el tema de la migración irregular y colocarla como un eje transversal en sus planes sociales, económicos, culturales, políticos y ambientales, así como unir sinergias interinstitucionales, intersectoriales, con Organizaciones no Gubernamentales y de la Sociedad Civil para que de manera conjunta se pueda analizar, reflexionar y elaborar propuestas de cómo abordar las causas de la migración y concretarlas a través de políticas públicas con la finalidad de potenciar y promover un efectivo desarrollo integral no solo para los salvadoreños con deseos de emigrar de manera irregular al extranjero, sino también para los retornados para que encuentren en el país una nueva oportunidad que les garantice un proyecto de vida de superación personal, laboral, económica, social y cultural en el ejercicio de la defensa y protección a sus derechos con el objetivo de que dejen de ver en los países de destino oportunidades para mejorar sus condiciones de vida.
Para finalizar, se puede decir que el principal problema que actualmente tienen las familias de la Región Oriental de El Salvador se “resume como una estructura económica débil causando la expansión de la pobreza y el desempleo y la emigración y la escasez de mano de obra resultantes, así como también la sobre dependencia de las remesas del exterior y la falta de acumulación de capital dentro de la Región” (Agencia de Cooperación Internacional de Japón, JICA, 2004).
Referencias
Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). (2004). Estudio sobre Desarrollo Económico enfocado en la Región Oriental de la República de El Salvador.
Banco Central de Reserva de El Salvador. (2022). Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples EHPM.
Centro de Investigación para la Democracia, CIDEMO. (2024). Impacto y dinámica de las remesas en la Región Oriental de El Salvador.